La vida detenida (por ahora)
Sé que tras este muro de ramas secas, de vida agotada, de días pasados, aguanta incansable la certeza de las horas venideras, del futuro, azul y blanco, algodonado, de los dulces tiempos y las serenas brisas, del aire cálido y el susurrar de promesas. Hasta que llegue esperaré, paciente, y me obnubilaré distraída con el bermellón flameante del semáforo en rojo, de la vida detenida, de las horas tranquilas, de la paciencia infinita; para disfrutar, quieta, cómo alrededor no corren mas que los otros.